domingo, 10 de agosto de 2008

Domingo


Me desperté a las 8 pero me levanté un ratito más tarde.
Salí para tomar el subte en Russell Square (linea Picadilly) pero resulta que los fines de semana los usan para hacer arreglos entonces siempre hay alguna linea que no funciona y en este caso estaba la estación cerrada. No importa, caminé hasta King Cross paseando por Bloomsbury que es un barrio muy coqueto.
Pasé por la British Library y la miré atentamente.
Tomé el subte en King Cross y me bajé en Hyde Park Corner, que queda justamente en una esquina del Parque Hyde. Había bastante viento y sol. Ahí le saqué una foto a una escultura y ví que por suerte se estaba terminando la batería de la cámara de fotos y no tenía la otra batería cargada, menos mal, asi ya no tenía que preocuparme por sacar fotos todo el tiempo.
En el parque había bastante gente, hay senderos para ciclistas y patinadores, hay senderos para caminar, hay mucho pasto, hay partes arboladas y otras no, hay varias cosas.
Fui caminando hasta otra esquina del parque que se llama Speakers Corner, en las guías dice que se junta gente a escuchar a los oradores, sobre todo los domingos... pero no había nadie. No sé si es porque era temprano... acá todo empieza medio tarde y termina medio temprano.
Salí del parque y quise cruzar la calle pero el parque está todo rodeado y no se podía cruzar, ¿y ahora qué hago? Resulta que hay túneles subterraneos para peatones, entré en un tunel que daba miedo y que estaba todo roñoso, pero después aparecí en un túnel más cuidado y transitado. Siguiendo los carteles salí por Oxford Street. 
Desayuné en Pret a Manger y caminé un poco por Oxford Street pero es una calle comercial y es aburrido. Volví sobre mis pasos y tomé el subte otra vez para ir a Portobello Road. Esta vez tomé la Central Line, desde Marble Arch hasta Notting Hill Gate. Ahí me bajé y caminé por Portobello Road, hay muchos anticuarios y negocios que venden cosas lindas. Me gustó un negocio que vendía tiradores de todo tipo, había unos muy lindos de cerámica y casi compro 6 por 24 libras pero después pensé que no tenía en dónde ponerlos, entonces me limité a sacarles una foto.
Compré unos sellos de metal a un señor que vendía sellos de metal. Miré unas bolsitas de estampillas, libros viejos, carteras, ropa, en fin.
Después quise ir a la librería The Travel Bookstore que aparece en la película Un lugar llamado Notting Hill, según mi guía estaba cerquita pero no está en el mapa y no tenía ganas de preguntar dónde era la calle, asi que no fui.
Tomé el subte, la linea Hammersmith & City, para combinar con la Circle Line hasta la estación South Kensigton, para ir al Victoria & Albert Museum. 
Me bajé en donde tenía que hacer la combinación y era un lío, había trenes que en la mitad del viaje se habían quedado ahí y gente gritando porque tenía que esperar, y yo no encontraba por ningún lado el cartel que me indicara en dónde tomar la Circle Line y justo unas señoras le preguntaron a uno que pasaba, y les dijo cómo era pero no pude escuchar bien; entonces me acerqué a las señoras y me dijeron que tenía que esperar en ese mismo andén en donde estaba, y enseguida llegó el tren.
Me bajé en South Kensigton y fui caminando por los túneles subterráneos que hay ahí, hasta el Victoria & Albert Museum. Es muy grande el museo, ví solamente dos niveles de los cuatro que tiene, porque me cansé. 
Me gustaron varias cosas: 1) la entrada es gratis, 2) los muebles que están en el nivel 0, 3) un cuartito que se llama el cuarto de los espejos adivinen por qué, 4) unos cosos japoneses que no me acuerdo cómo se llamaban, los usaban para llevar cosas como medicinas, tabaco, etc., porque la ropa japonesa no tenía bolsillos, entonces se colgaban estos cositos de la cintura, 5) una alfombra persa del siglo XVI que es una de las alfombras antiguas más grandes que se conservan y para que no se deteriore no está iluminada todo el tiempo y la iluminan diez minutos cada media hora, 6) una exposición de zapatos y vestidos, 7) los cartones de Rafael, que son los dibujos que hizo a pedido del Papa Nosecuál para unos tapices, son gigantescos y están en una sala con iluminación muy tenue
No me gustó: 1) que para ver una exposición de The Supremes había que pagar (por ende no la vi), 2) que había muchas esculturas que no me interesan 3) que es demasiado grande y no pude ver todo.

Mi plan era ir después a la National Gallery, pero después de este museo la verdad es que no tenía más ganas de museos, además estaba muy cansada. Tomé el subte y me volví al hotel y justo cuando estaba llegando empezó a llover. Ahora creo que sigue lloviendo pero no estoy segura, me voy a fijar.


1 comentario:

Silvana dijo...

Creo que me hubiera encantado conocer esos "cosos japoneses que se usaban para llevar cosas como medicinas" ;o)
Un abrazo para la viajera!