sábado, 16 de enero de 2010

Últimos días de vacaciones

Miércoles 13/1/2010

Como no escribí el mismo día lo que hicimos, me olvidé de todo. Me acuerdo sólo de esto: almorzamos arroz con mejillones que cocinó mamá. A la tarde fui a una heladería a tomar algo y conectarme a la internet.

Cenamos en "Lo de Tere", un restaurante cuyos dueños tenían también un restaurante en La Paloma y mis padres iban ahí. Preguntamos por Lalo, y el mozo nos dijo que iba a llamarlo pero después vino y dijo que no estaba, que seguramente había salido hacía poco porque él antes lo había visto por ahí. En ese restaurante los platos tienen nombres pretenciosos del tipo "Sol y luna" (creo que era un gazpacho de duraznos), "Laguna de Rocha" (camarones con salsa de naranja), "Robert Redford" (pollo con verduritas) y "Arroz con leche" (ah no, ese nombre es normal). Cuando estábamos terminando de cenar entró Biolcati a cenar ahí con otras gentes y cuando salimos lo vimos a M. Stubrin sentado ahí con otras gentes también, cenando. Había mucha gente esperando para entrar. Cuando volvíamos pasamos por la escuela que está acá a la vuelta del departamento y que funciona como museo ahora, entramos ahí a admirar las obras de arte. Algunas me gustaron y otras no.

Después pasé por la feria otra vez pero sólo para desilusionarme nuevamente, y volvimos todos al departamento a dormir.



Jueves 14/1/2010

Nos levantamos temprano y salimos a las 8.20 rumbo al Chuy. En el camino paramos en San Carlos para comprar bizcochos (facturas) que acá se compran por kilo, pedimos medio kilo de bizcochos que es una cantidad enorme y además no eran muy ricos. Llegamos como a las... no me acuerdo a qué hora llegamos. Visitamos algunos free shops del lado uruguayo y compramos algunas cosas: un desodorante, un perfume, unos crayones, unas ojotas, todos artículos de primera necesidad. Como los uruguayos no pueden comprar y piden un documento extranjero para poder comprar ahí, un señor uruguayo le pidió a mi papá si no le hacía el favor de acompañarlo a la caja para poder comprar unas zapatillas, y mi papá le dijo que sí, y el señor le quería pagar y todo por el favor. En las puertas de los free shops hay extranjeros que ofrecen su documento a los uruguayos que quieren satisfacer su necesidad de consumo ahí.

Después cruzamos del lado brasilero y es muy triste, no hay nadie, los negocios están todos vacíos, yo me acuerdo de la última vez que fui hace muchos años y estaba lleno de gente comprando desesperada como si viniera la guerra nuclear y ahora no había nadie, los comerciantes con los codos en los mostradores mirando para afuera aburridos.

Comimos en Spetus. Nos sentamos y no terminamos de acomodarnos en las sillas que empezaron a ofrecernos comida: que pollo, que chorizo picante o común, que queso, que picoña o cuadril, que cerdo con panceta y queso, que ananá con canela, papas fritas, polenta frita... a cada momento venía alguien a ofrecer comida. Papá decía que era porque si volvían con la espada llena en la cocina les pegaban. Además nos servimos algunas ensaladas y otras cosas que había para servirse. Después comimos postre, yo me serví una especie de menjunje hecho de migas de torta y coco rallado y almíbar, no sé qué era pero era muy rico. Y tomamos café.

Después caminamos un poco más por ahí, compramos unas telas en una retacería gigante llena de telas lindas pero vacía de gente, y nos subimos al auto otra vez.

A la vuelta paramos en La Coronilla y nos sacamos una foto frente al mar, estuvimos cinco minutos y seguimos. Después paramos en Punta del Diablo que es más grande de lo que yo me acordaba, y hay mucha más gente y casas y cosas. Ahí estuvimos un rato más largo, como media hora. Es linda esa playa, también nos sacamos fotos.

No podíamos quedarnos mucho tiempo porque yo quería ir al Museo Ralli en Punta del Este y cerraba a las 21. Llegamos al museo como a las 8. Yo quería ir porque había una muestra de grabados de Magritte. También había unas esculturas de un artista que no me acuerdo el nombre y me gustaron, y otras de Botero. Pero lo que a mi me interesaba eran los grabados de Magritte. Recorrimos todo el museo, se puede sacar fotos ahí así que saqué varias fotos. Había una colección de monedas o medallas acuñadas por la casa de la moneda de Francia (o algo así, lo leí en un cartelito ahí y creo que decía eso) en homenaje a pintores y a músicos europeos. Sorprendentemente entre los pintores europeos está Siqueiras y entre los músicos europeos están George Gershwin y Duke Ellington. El museo Ralli es lindo, eh, vayan. En el papelito que dan a la entrada dice textualmente: "Siendo la entrada es totalmente gratuita" y es cierto, la entrada es libre y gratuita, está abierto de martes a domingo de 17 a 21 hs.

Después pasamos por la casa de los padres de Verónica porque queríamos saludarlos pero justo Verónica había salido con los chicos a buscar a Carlos que estaba pescando en la playa. Estuvimos un rato esperándolos, hablando con sus padres de la ópera La Traviata que vimos en Lapataia el martes, mi papá decía más o menos que había sido una porquería, pero no fue tan malo como él dice. Al ratito llegaron Carlos, Verónica, Carlos y Joaquín y estuvimos un rato charlando con ellos. Los chicos correteaban por ahí y me mostraron un escarabajo panza arriba que agonizaba y no podía ponerse del derecho, y también buscaban ranitas.

Después volvimos al departamento, cenamos, y nos pusimos a dar vueltas y armar las valijas antes de dormir.


Resultó que no entraba todo en las valijas que trajimos, así que se resolvió comprar otra valija mañana temprano.



Viernes 15/1/2010

Hoy se compró una nueva valija y se redistribuyó el equipaje. Después fuimos con mamá al correo porque mamá quería mandarle a Celinita el programa de la ópera La Traviata que vimos en Lapataia. Después tomamos un poco de agua porque sobró agua, hay que tomar mucha agua hoy. Y comimos un pedazo de queso y de pan que quedaban en la heladera.

Después vino el de la inmobiliaria, que no se fijó si habíamos roto o robado algo, porque dijo que éramos "gente de bien". Salimos del departamento un poco después de la una. Fuimos hasta Medio y Medio y comimos algo ahí, y después fuimos al aeropuerto. Llegamos a las tres, que era la hora a la que teníamos que devolver el auto.

Después de despachar las valijas con 18 kg más de los permitidos pasamos por migraciones y etc. Ahí nos escanearon el equipaje de mano y el señor dijo que no podíamos llevar alimentos, y justo llevábamos dos cajas de alfajores. Entonces resolvimos engañar al sistema, comprar algo en el free shop y meter en las bolsas del free shop las dos cajas de alfajores y hacernos los disimulados. Funcionó.

Aparentemente todos los vuelos para todos lados están bastante demorados.

Pero no esperamos taaanto, el vuelvo salió a las 17.30 y llegó a Buenos Aires antes de las 18.30, y tomamos un taxi que no entendía las instrucciones que le dábamos pero al final todos llegamos sanos y salvos a nuestras casas.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece que el arroz con leche en "Lo de Tere" se llamaba ¡Me quiero casar! y era muy pretenciosa la explicación: "Un desarrollo sorprendente de un postre tradicional".

Marψa del Campo dijo...

¡Saludos, blogger!

Si te interesa la escritura, la poesía y los ensayos, más que otras banalidades que hoy día se valoran...
si no tienes tabúes que te restrinjan, y prefieres decir lo que piensas...
si quieres saber sobre el proceso de creación de libros de una autora de dos publicaciones y así sus cambios hasta la locura...

échale un vistazo a mi blog,
y si te gusta, que nadie te calle, ¡síguelo!

Ve Renger dijo...

Me encanto cuando le di en seguir y salio esta frase mas o menos asi: ¨Ahora sigues a Rocio por el mundo¨. Muy lindo hahaha, muy interesante.

http://modedeviee.blogspot.mx/