sábado, 3 de enero de 2009

Segundo día del año en Montevideo


Hoy nos levantamos 9.30 y fuimos a desayunar a las 10. El desayuno del Hotel London Palace es variado y abundante. Igual yo me hice la modosita y apenas me serví dos fetas de jamón y queso y tomé café con leche. Había unas fuentes con unos sanguchitos que decían "Broix de bondiola" y "Broix de jamón" pero para mí eran unos sanguchitos nomás.  
Después salimos, cambiamos algo de dinero y caminamos por 18 de julio rumbo a la Ciudad Vieja. Hoy era el Día del Centro y en algunos comercios había descuentos del 18%. En un bazar mamá vio una provolonera (que es como un plato de cerámica con unos pocitos para poner el provolone y cuando se derrite el queso se va para ahí, para los pocitos) y Nati vio un termo con pico matero, y dijeron que a la vuelta los compraban.
Pasamos por una feria en donde había una chica que vendía unos títeres y compré uno muy lindo con un tamborcito. Después pasamos por una plaza en donde vendían antigüedades y cosas viejas muy pintorescas.
Seguimos caminando, paseamos por la Ciudad Vieja, que está llena de casas viejas y autos viejos y algunas personas viejas también hay. En un negocito vimos unos sacos Burma y yo me probé uno y me lo compré.
Llegamos al Río y nos sacamos unas fotos ahí, Natalia me sacó una foto artística, y fuimos para el puerto.
Ahí enfrente del puerto está el Museo del Carnaval, que es muy lindo porque la entrada es gratis. Hay trajes, instrumentos, muñecos, máscaras, maquetas de tablados, información, afiches, hay muchas cosas. Saqué muchas fotos ahí.
Almorzamos en el mercado del puerto que estaba lleno de gente, yo quería mejillones pero era lo único que no había, así que pedimos rabas y miniaturas de pescado. Después de almorzar volvimos caminando al hotel, en el camino mamá compró la provolonera pero Nati no quiso comprar el termo que había visto antes. 
Natalia y yo dormimos una siestita mientras Mamá fue con Celinita a visitar a Lucía que no me acuerdo si es una tía abuela o una prima segunda o algo así.
Cuando nos despertamos de la siestita (como tres horas después) nos encontramos unas bolsas con regalitos que nos habían dejado Celinita y Álvaro, muy lindos. 
Nos encontramos en lo de Celinita y fuimos a la Chivitería Marcos, que es un autoservicio de chivitos. Al ratito llegó Celina con Rafael, y mucho mucho más tarde llegó Ximena con Valentina, y después llegó Fernando. 
Cuando terminamos de comer fuimos a tomar un helado y después nos despedimos emotivamente.
Lamentablemente no traje el cable para pasar las fotos de la cámara. Cuando vuelva a Buenos Aires pondré alguna foto. O no.


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