jueves, 31 de julio de 2008

La Odisea II


Martes 29 de agosto

Me despertó mi papá corriendo porque se había quedado dormido eran las ocho y yo había dicho que quería salir a las ocho, pero le dije que no se preocupara, que podíamos salir más tarde, total el vuelo era a las 12.15 y teníamos tiempo.

En la radio dicen que está cortada la Gral Paz por piquetes, pero mi papá dice que no hay problema porque la autopista no está cortada.

Yendo por la autopista resulta que sí estaba cortada, tuvimos que dar un rodeo que nos llevó a La Matanza, San Justo y otras localidades pintorescas del Gran Buenos Aires.

¡Eso sí que era tránsito lento! A las 10.30 llamé a mi agencia de viajes para decirle que creía que no iba a llegar por el tráfico y me dijo Belén que iba a comunicarse con British Airways. Yo también llamé a British Airways y me dijeron que no tenían ninguna comunicación de Buenos Aires y que si no llegaba al vuelo me reubicarían en otro vuelo, si es que estaban al tanto del problema con el tráfico.

Llegamos a Ezeiza a las 12 creo y nos dijeron que ya estaba cerrado el vuelvo y que no podía subir al avión. Había varios pasajeros en la misma situación, siete íbamos a Londres y otros iban a San Pablo.
En el mostrador de British nos dijeron que esperáramos un poco porque había posibilidades de conseguir lugares en un vuelo de Iberia que estaba retrasado. Nos llamaron a la media hora y nos dieron unas tarjetas de embarque para el vuelo de Iberia. En el mostrador de Iberia sospechosamente nos hicieron hacer una cola diferente y esperar a que pasaran todos los pasajeros de Iberia. Cuando se hubieron ido todos los empleados de los mostradores, uno que tenía un uniforme de seguridad marroncito nos dijo “no hay más lugar” haciendo así con las manos, como limpiando miguitas del mantel.

Fuimos entonces a la oficina de British Airways y nos dijeron que lo único que podían ofrecernos era ponernos en lista de espera en un vuelo de Iberia que salía 21.45 pero que estaba sobrevendido; ponernos en lista de espera en el vuelo de British del jueves que estaba completo, o llamar al call center y ver qué otra solución nos daban.

A todo esto yo lloraba como loca, a mi papá le había subido la presión, bajado la presión, estaba pálido, a mi se me acercó gente a preguntarme si necesitaba ayuda, una brasilera vino y me dijo que si necesitaba algo le avisara, y me dijo “Nao se quede triste”, imaginen el espectáculo lamentable que estaba dando.

Llamé a mi agencia de viajes amiga veintiocho veces en diez minutos, me llamó mi agente de viajes cuarenta veces, tratando de conseguir otro vuelo para el mismo día pero lo único que encontraba era un lugar en primera clase de Iberia que salía u$d 4000, y si no otro vuelo de Delta que salía u$d 1600 y tardaba dos días porque tenía que esperar 12 horas en un aeropuerto entre dos vuelos.

Mi papá cada tanto daba vueltas por el aeropuerto y hablaba con distintas personas tratando de hacer algo (pobre, lo hice sentir mal y encima me decía que la culpa era de él por haber salido tarde, por no haber agarrado otro camino desde el pincipio, etc.).

En eso lo veo hablando con uno de los pasajeros que estaba en la misma situación que yo y vienen los dos y me dicen que había pasajes por American Airlines, un vuelo que salía a la noche, iba a Nueva York y conectaba con otro vuelo a Londres. Fuimos al mostrador de American Airlines y mientras estábamos averiguando me llamó Belén de la agencia de viajes y me decía lo que podía conseguir; yo le preguntaba si podía conseguir un pasaje de ida y usar el de British a la vuelta pero me decía que no me convenía y que me iba a salir más caro, que mejor comprara otro pasaje y pidiera la devolución del pasaje no usado de British. En British también me dijeron lo mismo los empleados, que salía más barato un pasaje de ida y vuelta que uno de ida solo. Y tenían razón, en AA nos dijeron que salía más caro el pasaje de ida solo que el de ida y vuelta. El único inconveniente es que la vuelta es el 13 de agosto, llego un día más tarde y tengo que faltar al trabajo. Bueno, faltaré.

Sacamos el pasaje de AA que sale 20.15 y llega mañana 20.30 a Londres. Belén me llamó para preguntar qué había decidido y me dijo que pasara por la agencia a mi vuelta para hacer el formulario de pedido de devolución del importe del pasaje de British. Y me deseó buen viaje.



A las cuatro y algo hice el check in, declaré la compu y pagué la tasa, y fuimos con papá a tomar algo, yo quería que él comiera algo porque no tenía buena cara y no sé si había tomado algo antes de salir y ya eran como las cinco de la tarde. Yo comí la ensalada más cara de mi vida (por ahora) y papá tomó un café. Le preguntó a la moza si sabía cuánto cobraban en el estacionamiento y la chica le dijo que creía que $20 la hora. Pagamos ahí, le di a papá los pesos que me quedaban en el monedero para que pague el estacionamiento porque él me había dado $100 para cargarle crédito a mi teléfono y no tenía mucho más efectivo y no sabía si le iba a alcanzar para pagar el estacionamiento. Después volví a bajar para comprar una zip lock en farmacity para poner los potecitos y frasquitos de cremas y potingues porque hay que llevar los líquidos en una bolsita hermética. Y subí otra vez, sola, y papá se fue.



Hice migraciones, pasé por el free shop buscando una cosa que me encargó Nati pero el precio era superior al límite que ella estaba dispuesta a pagar entonces no lo compré, y fui a esperar.

Esperé y esperé hasta que dijeron que se podía empezar a embarcar.

Yo tenía el asiento 11H, pasillo. Al lado mío se sentó un chico que era enorme y no le entraban las piernas; le pregunto a la azafata si no había otro asiento en donde tuviera más lugar y al rato la azafata volvió y nos dijo que nos teníamos que cambiar los dos si queríamos porque podía cambiar a dos pasajeros que iban juntos, y que en el otro asiento había más lugar para las piernas. Yo le dije que sí porque el chico me daba mucha pena, realmente no entraba.

Nos cambiamos a unos asientos más atrás, en la parte del medio, justo donde hay una parecita que divide las cabinas y en donde está la pantalla. La azafata me preguntó si podía cambiarme al asiento junto a la salida de emergencia y le dije que sí, y ahí fue cuando me equivoqué. El asiento al lado de la ventanilla es horrible, tuve mucho frío todo el tiempo, aunque también tenía más lugar para las piernas. Después miré a mi alrededor y todo el mundo tenía mucho frío, pero yo le eché la culpa al asiento. Un señor tenía la mantita en la cabeza. Yo fui a buscar mi piloto que tenía en la mochila, ¡ah! Me olvidé de contar que cuando nos cambiaron de asiento nos dijeron que no cambiáramos de lugar el equipaje de mano, asi que cada vez que quería algo de la mochila tenía que ir hasta el 11H.

Me arrepentí mucho de haberle tenido lástima al chico grandote.



Llegamos a Nueva York a las 6.00, fuimos a hacer migraciones y a buscar la valija. En la cola de migraciones me crucé con “el muchacho rubio” como lo llamó mi papá, que era otro pasajero que había perdido el vuelo de British, y me preguntó si estaba más tranquila, a lo que dije que sí sonriendo como una reina como si nunca me hubiera preocupado por el vuelo perdido.

La valija no llegaba, no llegaba, no llegaba, pero llegó. Fue una de las últimas en salir por la cinta transportadora por donde caían los bolsos y valijas. Cuando la agarré se rompió la tarjetita de cartón que me dieron cuando hice el seguro del equipaje, y yo pensé que después se la ponía, pero al final después la perdí. Cuando tuve mi valija fui al ascensor que me supuestamente me llevaría al tercer piso para volver a dejar la valija y hacer la conexión con el otro vuelo, pero el ascensor no venía, no venía, no venía, y no vino. Tuvimos que buscar otro ascensor que por suerte no estaba muy lejos y cuando llegamos al tercer piso era impresionante la cantidad de gente que había y tuve que hacer una gran cola para dejar la valija. A todo esto ya eran las 7.15 y yo empecé a pensar que iba a perder el vuelo a Londres, porque había mucha mucha mucha gente. De pronto la cola se empezó a mover a gran velocidad y le di mi valija a una empleada… había un hall lleno de valijas amontonadas, según el destino… un mar de valijas… ¿puso en el lugar correcto la mía? No sabía dónde iban las valijas para Londres y le preguntó a otra… y la dejó ahí nomás. Después de esto pasé por el security checkpoint, me saqué el piloto, las zapatillas, saqué la compu de la mochila porque tiene que ir aparte, pasé sin problemas, me vestí y fui a buscar en los monitores a ver por qué puerta embarca el vuelo AA142 a Londres. Puerta 2. No está muy lejos. Empieza a embarcar 7.45. Son las 7.40, estoy bien, hasta tengo tiempo e ir al baño. Fui al baño, salí, busqué en mi bolsillo mi pasaporte y mi tarjeta de embarque pero… pero… ¿y la tarjeta de embarque dónde está? Volví al baño y ahí estaba, en el piso.

Llegué a la puerta dos y esperé para embarcar. Cuando estaba embarcando una empleada dice algo así como “les recuerdo que debido al problema del noséqué en Londres, sus valijas no van en el vuelo con ustedes”. ¿EH?

En el avión el comandante dijo que “our high tech baggage system has fall down” y no sé si fue irónico o lo dijo en serio. La cuestión es que cuando llegue a Londres tengo que preguntar qué pasó con la valija… cuándo va a llegar… si es que llega.

El avión se atrasó una hora debido a noséquécosa. En fin. Todo esto antes de llegar a Londres… no sé qué otras hermosas aventuras me deparará el destino.

Son las 17.14 en Londres, no sé qué hora es en ningún otro lado porque no me acuerdo la diferencia horaria con el resto del mundo.

Se supone que llegamos a las 21.00.

Este vuelo va medio vacío, el señor que estaba al lado mío se cambió al asiento de atrás asi que tengo más espacio.

Acá más o menos una hora después de despegar nos trajeron una especie de desayuno almuerzo merienda que tenía:

- una medialuna (que la azafata me dijo que ya me la traía porque justo se le acabaron cuando llegó a mi asiento, pero yo le dije que no se preocupara, que no me la trajera)

- un potecito de mermelada

- un potecito de vegetal oil mezclado con cream (una especie de falsa manteca)

- un platito de frutas: dos rodajas de naranja, seis uvas, un pedazo de melón

- un plato caliente que me preguntó si prefería omelette de queso o nvñaisjfñe y como lo otro no lo entendí le pedí el omelette de queso

- un potecito con agua (cerrado, como uno de yogur pero más chico)

- una cajita que contiene:

o un paquete de galletitas

o un paquete de pretzels

o un paquetito de queso cheddar

o una cajita de pasas de uva

o un mini tolberone

o y un cuchillito como para untar

Y había para tomar café, té, jugos, agua, etc. Bastantes cosas, ¿no? La cajita con las cosas que detallé recién la guardé pero para espiar qué tenía rompí la bolsita en donde venía todo.

Dice la pantallita que estamos sobre el Océano Atlántico, a 1031 km/h, ah ahí dice que la hora acá en la posición actual es la 1.25 pm y que afuera hay -59 grados C, que falta para llegar a Londres tres horas y media, y aparece un avioncito visto de atrás dejando una estela roja y alrededor tooooodo es azul. También aparecen otros mapitas, otras perspectivas, muy interesante. Hay películas, música y juegos para elegir, pero yo dejé la ruta de vuelo, total, iba a escribir.

Ví una película recién pero no me acuerdo el nombre, se trata de un muchacho muy inteligente que es muy bueno haciendo cuentas y un profesor lo recluta para un equipo de jugadores de blackjack, son varios estudiantes, se van los fines de semana a Las Vegas y juegan al blackjack, calculan las probabilidades de las cartas y las combinaciones y ganan mucha plata. Él lo hace porque quiere estudiar en Harvard y no tiene dinero, y le negaron una beca, pero él es honesto, es bueno, no quiere hacerlo. Después se corrompe y le gusta, y el profesor le dice que no lo hacen más y él quiere hacer todo sin él, la ambición lo ciega. Convence a los otros muchachos y muchachas y van por su cuenta, pero resulta que en el casino los reconocen y lo atrapan a él, le pegan un poco, y se va sin nada. Después vuelve y busca al maestro y le dice que perdón, que necesita hacerlo de vuelta, que se quedó sin su dinero, y lo convence. Esta vez el profesor va también con ellos y también juega. Pero resulta que los reconocen, al profesor lo buscaban de antes, y viene el negro de MATRIX que no le ofrece una pastilla azul y una roja sino que los corre pero ellos se pueden escapar. El profesor se llevaba una bolsa con las fichas de lo que habían ganado, se sube a un auto, pero cuando abre la bolsa ve que no tiene las fichas ahí, y ahí es cuando nos cuentan a todos qué es lo que había pasado. Resulta que el negro de MATRIX le dijo al muchacho bueno cuando lo atrapó que si les entregaba al profesor lo dejaban ir. Y el chico les entregó al profesor, y cuando se escapaban le cambió la bolsa de las fichas en complicidad con la chica, porque siempre hay una chica, me olvidé de nombrarla.

Bueno, les conté el final, casi todavía quedan unos minutos pero lo que falta no es muy interesante que digamos, tenía que haberles contado la historia secundaria donde aparecían los amigos del muchacho que él abandona por ir a jugar a las vegas, y termina que son amigos de vuelta y ahora todos van a las vegas.

¿Les gustó?

Ahora en el mapa aparece Reykjavik pero el avioncito no va para ahí, sólo aparece en el mapa.

También aparece Halifax y me acuerdo de un acertijo práctico que me hicieron cuando estaba en El Bolsón, me pidieron que señalara hacia Halifax y yo señalé hacia el horizonte y allí me hicieron notar el tema de la curvatura de la tierra, y que debería señalar más así, como más para abajo, ¿entienden?


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